La sombra en el espejo
¡NOVEDAD!
Refleja una época, el Londres de finales del siglo XIX, de la que surgieron muchos autores que hoy consideramos clásicos, como Arthur Conan Doyle, Rider Haggard, Bram Stoker, William Yeats, y otros. Pero estos genios no nacieron de la nada y, entre muchas de las influencias que los marcaron, estuvieron las sociedades esotéricas y sus doctrinas, el Espiritismo y la Teosofía entre otras, con Madame Blavatsky como su representante más conocido.
En ese Londres victoriano por el que merodeaba Jack el Destripador, estos autores participaban en sesiones mediumnísticas, intentaban regresar al remoto pasado con ejercicios clarividentes, o jugaban con drogas buscando, no sólo la inspiración para sus obras, sino el origen de la inspiración, la esencia del acto creador.
La Sombra en el Espejo muestra ese mundo tal y como fue, con sus grandezas y miserias, y con un misterio terrorífico que nuestros autores tendrán que resolver al estilo de Sherlock Holmes, llevándoles desde las adoquinadas calles de la metrópoli a Stonehenge, pasando por el Museo Británico. Una historia con un final sorprendente, que cualquiera de estos gigantes podría firmar como propia.
Refleja una época, el Londres de finales del siglo XIX, de la que surgieron muchos autores que hoy consideramos clásicos, como Arthur Conan Doyle, Rider Haggard, Bram Stoker, William Yeats, y otros. Pero estos genios no nacieron de la nada y, entre muchas de las influencias que los marcaron, estuvieron las sociedades esotéricas y sus doctrinas, el Espiritismo y la Teosofía entre otras, con Madame Blavatsky como su representante más conocido.
En ese Londres victoriano por el que merodeaba Jack el Destripador, estos autores participaban en sesiones mediumnísticas, intentaban regresar al remoto pasado con ejercicios clarividentes, o jugaban con drogas buscando, no sólo la inspiración para sus obras, sino el origen de la inspiración, la esencia del acto creador.
La Sombra en el Espejo muestra ese mundo tal y como fue, con sus grandezas y miserias, y con un misterio terrorífico que nuestros autores tendrán que resolver al estilo de Sherlock Holmes, llevándoles desde las adoquinadas calles de la metrópoli a Stonehenge, pasando por el Museo Británico. Una historia con un final sorprendente, que cualquiera de estos gigantes podría firmar como propia.
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